Pastel de queso / Classic cheesecake

Si os gusta el pastel de queso, esta receta os volverá locos, queda suave, cremoso, con una textura maravillosa y un sabor suave capaz de hacer que quieras terminártelo tú solito.

Es sencillísima de hacer, solo hay que ser previsor con la preparación si la queremos para una hora determinada, porque necesita 70 minutos de horno, tres horas de reposo y 6 horas de nevera, así que prepararla el día de antes sería lo ideal.

Pastel de queso / Classic cheesecake

Ingredientes:

Para un molde de 23 a 25 cm.

• 250 gr de galletas (Digestive, Chiquilín...)
• 100 gr de mantequilla
• 150 gr de azúcar
• 25 gr de harina de maíz (Maizena)
• 700 gr de queso Philadelphia
• 5 huevos xl
• 2 cucharaditas de extracto de vainilla
• 150 ml de nata líquida (de la de montar)
• 150 ml de nata fresca
• 1/2 cucharadita de sal
• 1/2 cucharadita de extracto de limón

La nata fresca se encuentra en tarrinas, en la zona de yogures y mantequilla de los supermercados, en Mercadona por ejemplo, la tienen con la mantequilla y la levadura fresca.


Preparación:

Primero haremos la base, para ello, pulverizamos las galletas y derretimos la mantequilla con cuidado en el microondas, lo mezclamos en un bol hasta que tengamos una pasta.
Engrasamos el molde y le ponemos papel de hornear en la base. Ponemos la pasta de galleta en el molde, repartiéndola por toda la base y apretando, para que quede compacta y lo más igualada posible.
Metemos el molde en la nevera mientras preparamos la crema, un mínimo de media hora.

Precalentamos el horno a 160 grados.
Montamos las claras a punto de nieve con la sal, cuando estén listas, las reservamos.
Mezclamos el azúcar con la harina de maíz vigilando que no queden grumos y batimos el queso lentamente con esta mezcla.
Añadimos la nata fresca y la nata líquida y seguimos batiendo hasta que no haya grumos.
Ahora añadimos las yemas una a una, esperando que se integren y los extractos de vainilla y limón.

Con una espátula de silicona y con movimientos envolventes añadimos las claras montadas a la mezcla, hasta que estén bien integradas.
Sacamos el molde de la nevera, engrasamos los laterales y ponemos la mezcla, no importa si casi llega al borde, ya que este pastel no sube.

Horneamos sobre la rejilla unos 70 minutos, no importa si el centro aún parece un poco blando, se acabará de cuajar al enfriar. Pasado el tiempo de cocción, apagamos el horno y lo dejamos dentro dos horas, para que vaya reposando, lo sacamos y dejamos a temperatura ambiente una hora más.

Por último enfriamos en la nevera al menos seis horas, ya os digo que lo ideal es prepararlo el día anterior.
Si durante el tiempo de horno veis que se dora demasiado la superficie, podéis poner por encima un trozo de papel de aluminio hasta el final de la cocción.

Y eso es todo, solo queda disfrutarlo, está genial así tal cual y espectacular con un poco de mermelada de fresa, arándanos, cualquier fruto rojo o el sabor que más os guste, a este pastel le pega casi todo.
Bon appétit!!

Receta original de Bea Roque, de El Rincón de Bea